Cuando escuchamos hablar de los apaches o de los negros o negritos, pensamos en unos como un pueblo indígena que pertenece a Estados Unidos, y en otros, como una raza de origen africano. Sin embargo, hay mucho más detrás.
Seamos sinceros, en este blog no voy suavizar la realidad. El registro histórico es lo que es, y no tiene sentido tratar de ocultarlo.
Para empezar, apache proviene de la palabra zuñi apuche, que significa «enemigo». Dicho nombre les fue impuesto por los españoles para referirse a ellos peyorativamente. Sin embargo, ellos se llaman a sí mismos como indé, cuyo significado es «la gente».
Los mal llamados apaches, congregaron distintos pueblos nómadas originarios que se extendieron en el norte de México y sur de Estados Unidos. Es decir, también son mexicanos.
El genocidio sufrido a causa de su identidad nómada, fue derivado de su supuesta "rebeldía" frente al virreinato.
Tristemente, el sometimiento de este pueblo se prolongó hasta 1928, cuando el gobierno de México consideró extinta la etnia en su territorio. En Estados Unidos se continuó hostilizandolos hasta confinarlos en reservas de Arizona, Oklahoma y Nuevo México.
Por otro lado, las poblaciones africanas fueron traídas a México, principalmente, durante la época colonial. No sólo se asentaron en las costas del país, también vivieron en el norte de la República.
Los africanos que llegaron a México en condición de esclavos para ser destinados a trabajos de minería y del campo, fueron alrededor de 250 mil; sin contar aquellos que arribaron por el contrabando. Muchos de ellos eran provenientes de África central y oriental.
El México independiente heredó la complejidad de las relaciones con los pueblos originarios y la población de raza negra, derivadas del sistema de castas virreinal, y del esclavista.
Ahora, estamos en pleno 2020 y la realidad actual demanda un mundo lo suficientemente diverso, e inclusivo. Que no discrimine a nadie por clase, color o género.
En las ultimas semanas los movimientos sociales en los Estados Unidos y el mundo, han pisado el acelerador para que gobiernos, empresas y hasta equipos deportivos se adapten a esta nueva realidad.
Este compromiso social, también se ha extendido a otras comunidades como la latina y la de los nativos americanos. Es por eso que he decidido contribuir con esta reivindicación racial desde nuestro alcance, y descontinuar las gorras con los diseños del apache y el negrito en mi tienda.
Comparto la idea de responder positivamente a la diversidad, y respetar las diferencias que nos hacen únicos como seres humanos.
Con información de México Desconocido y La Crónica.
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